Tarea 15: TUTOR(ÍA) IDEAL

Después de un largo break, volvemos con otra entrada!

Hola, teachers! ¿Qué tal todo? Nerviosos por los exámenes, ¿verdad? En primer lugar desearos suerte a todos, y en segundo lugar, don't panic! Everything's  gonna be alright!

La entrada de hoy la voy a dedicar a la tutoría. Sí, sí, a esa asignatura que teníamos un día a la semana y la utilizábamos para estudiar o para hacer los deberes que no nos había dado tiempo. Aunque parezca mentira, estas horas que en nuestra adolescencia considerábamos como "libres", tienen más importancia de las que se les da.




Cuando hablamos de acción tutorial dentro del ámbito escolar nos referimos a aquellas prácticas dirigidas a orientar académica, profesional y personalmente tanto al alumno como al grupo de alumnos.  Las tutorías, por tanto, son unas herramientas esenciales en el proceso educativo ya que que contribuyen a la educación integral de los alumnos, ayudan a que se tomen medidas ante problemas individuales y colectivos, y promueven un clima positivo en la clase. 

Dentro de la acción tutorial, cobra especial importancia la figura del profesor-tutor. 

¿Cómo? O sea,  que además de dar clase... ¿tenemos que ser tutores? 



¡Pues sí, compis! 

Tenemos que tener en cuenta que, aparte de impartir nuestra asignatura, es posible que nos toque en algún momento de nuestra vida desempeñar la función de tutor de un grupo de alumnos. Por lo que, necesitamos estar preparados. Bajo mi punto de vista, el tutor ideal es aquel que:

  • Muestra empatía por sus alumnos. Un tutor empático es capaz de ponerse en la piel de sus alumnos y les intenta ayudar de la mejor manera posible.
  • Motiva. Tiene que animar a los estudiantes a que continúen con su formación académica y enseñarles que los fracasos son parte del proceso de aprendizaje. 
  • Orienta. Es importante que el tutor guíe a los alumnos no solo a nivel académico, sino que también tiene que ayudarles a prosperar y  progresar en la vida. En este caso, el tutor se convierte en una figura de gran apoyo al que todos los estudiantes pueden recurrir en caso de que lo necesiten.
  • Observa. El buen tutor sigue muy de cerca las actitudes y  las situaciones que se crean en el aula, y se preocupa por el futuro de sus alumnos. 
  • Reflexiona sobre su propia acción como tutor. Es decir, tiene que saber aceptar las críticas, ya sean del equipo docente, de los alumnos o de las familias, con el objetivo de mejorar las técnicas tutoriales.
Hasta aquí, el rol del tutor parece que se encuentra dentro de las paredes de un centro escolar; sin embargo, esto no es así. La acción tutorial no nace y muere en aula, sino que  se expande hasta el punto de formar un puente entre escuela y familia. Por lo que, el tutor tendrá que mantenerse en continuo contacto con los padres y madres de los alumnos para informarles de la evolución académico-personal de sus hijos y de las conductas o actitudes que tienen en el centro.

Para finalizar, os dejo con un video muy interesante que recoge todo lo que he estado comentando sobre la importancia de la acción tutorial en las escuelas.


Por cierto, la foto de perfil de esta entrada pertenece a una serie llamada Merlí. Esta serie es un claro ejemplo de este binomio profesor-tutor. Os recomiendo que la veáis porque, aparte de ser muy entretenida, se pueden aprender muchas cosas relacionadas con la educación. (Además, si os gusta la música, Miss Caffeina (un grupo de indie español) hizo una canción sobre esta serie. Si pincháis en la corchea os lleva al enlace de Youtube 🎵)

¡Ánimo chicos, nosotros podemos con los exámenes!

Comentarios

Entradas populares